Gracias por no quejarte...
En un viaje que hice recientemente estaba sentada detrás de dos niños pequeños que no estaban nada contentos de estar en aquel avión, sus llantos de queja llenaban la cabina.
Justo antes de despegar, una azafata se detuvo junto a ellos y les dijo con una gran sonrisa: De qué se trata todo este quejido, luego de hacerle gracia al irritable niño de 4 años y a su hermanito por unos minutos, la azafata se inclinó y les susurró muy seriamente: Debo recordarles que en este vuelo no se permiten las quejas.
Los pequeños se quedaron increíblemente tranquilos y no molestaron en todo el viaje, xq no era momento de quejarse...
Belkys
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