El perdón...
Una historia cuenta que un hombre pasó muchos años en la cárcel; terminaba su condena y lo único que le interesaba era pedirle perdón a su padre por todo el dolor que le había causado, si era que aún vivía.
Escribió una carta pidiéndole perdón y que le diera una señal para saber si efectivamente había podido perdonarlo.
La señal consistía en que el padre colocaría un pañuelo blanco en el viejo árbol que estaba enfrente de la antigua casa paterna, en caso de haber perdonado a su hijo.
Si al pasar en el autobús veía el pañuelo, entonces se quedaría si no veía nada, entendería que no le había perdonado y continuaría su camino.
Cuando llegó el momento, la emoción le embargaba y no pudiendo mirar por sí mismo, pidió a su compañera de asiento que le relatara lo que veía.
La mujer no pudo decir nada, así que abriendo sus ojos para ver qué sucedía, se encontró con algo que no podía creer. No había un pañuelo blanco, el árbol estaba lleno de pañuelos blancos...
Belkys
Escribió una carta pidiéndole perdón y que le diera una señal para saber si efectivamente había podido perdonarlo.
La señal consistía en que el padre colocaría un pañuelo blanco en el viejo árbol que estaba enfrente de la antigua casa paterna, en caso de haber perdonado a su hijo.
Si al pasar en el autobús veía el pañuelo, entonces se quedaría si no veía nada, entendería que no le había perdonado y continuaría su camino.
Cuando llegó el momento, la emoción le embargaba y no pudiendo mirar por sí mismo, pidió a su compañera de asiento que le relatara lo que veía.
La mujer no pudo decir nada, así que abriendo sus ojos para ver qué sucedía, se encontró con algo que no podía creer. No había un pañuelo blanco, el árbol estaba lleno de pañuelos blancos...
Belkys
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