Humildad...

Para pedir ayuda a Dios debemos ser directos, explicar de manera razonable y educada los motivos de la petición, no es necesario disculparse.

No es necesario decir Dios mírame es que no te importo, no tengo esto, no te importa, me estoy volviendo loca no te importa, no, no debemos repetir palabras ni frases sin sentido.

Debemos ser humildes y eso hará la diferencia, siempre debemos pedir que se haga su voluntad, recordando que a veces lo que deseamos no es lo mejor para nosotros.

Proverbios 3:5-6 nos exhorta: Confía en Dios con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento, reconócelo en todos tus caminos y el enderezará tus sendas...
Belkys


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