Fabula d Fausto y el demonio...
Fausto, en sus mejores años, disfrutó de una vida plena, recorrió el mundo, conoció a mujeres hermosas y siempre hizo gala de su soberbia y ambición.
Nunca sentó cabeza ni las bases de una vejez sosegada y apacible y cuando menos lo esperaba, se encontró como un hombre mayor, hundido en la miseria y el abandono.
Fausto, a menudo, reflexionaba sobre el destino de su paupérrima existencia, llegando a la conclusión indefectible de que el culpable de toda su mísera existencia, no podía ser otro que el diablo.
Una noche, sin más opciones y negándose a aceptar que toda su triste miseria era consecuencia de sus propias decisiones, buscó refugio en una casa hogar voluntaria, donde le ofrecían comida y techo gratis.
En ese refugio había un cartel muy grande q decía, si yo coloco un plato exquisito en la mesa con una nota q dice no comer y te la comes, de quien es la culpa, mía o tuya y solo así Fausto comprendio q todo era su culpa.
Y así es la vida, siempre queremos buscar un culpable de nuestros propios errores...
Belkys
Comentarios
Publicar un comentario