Tuve que aceptar...

Y tuve que aceptar que no sé nada del tiempo, que es un misterio para mí y que no comprendo la eternidad.

Yo tuve que aceptar que mi cuerpo no sería inmortal que él envejecerá y un día se acabaría, que estamos hechos de
recuerdos y olvidos, deseos, memorias,  ruidos, susurros, días y noches, pequeñas historias y sutiles detalles.

Tuve que aceptar que todo es pasajero y transitorio y que vine al mundo para hacer algo por él, para tratar de dar lo mejor de mí, para dejar rastros positivos de mis pasos
antes de partir...
Belkys


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