El León y el colibrí...
Con el paso del tiempo, el león empezó a sentir la ausencia del colibrí y recordó sus pequeños gestos de cuidado, los obsequios desinteresados, el sonido alegre de su canto, la calidez del colibrí.
Pero ahora solo quedaba tristeza, un vacío profundo, un peso en su corazón que nada podía aliviar, dejó de comer, de rugir y cojeando, temió haberlo perdido para siempre.
Cerca de él, las hojas medicinales, el último regalo que el colibrí le dejó, ahora estaban secas, el león no aguantó más, salió en busca del colibrí, fue directamente al árbol donde sabía que solía refugiarse.
Se acercó con esperanza, pero no lo encontró, solo había un silencio que lo abrumaba, se echó bajo el árbol y empezó a llorar, pero fue tarde...
Belkys

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