Deja que Dios tome el control...
Dios está trabajando en medio de tu prueba, antes de preguntarte cuando terminará tu problema pide a Dios que te revele sus propósitos.
Deja que Dios tome el control de tu vida, has lo que puedas hacer y deja que Dios haga lo que tú no puedes hacer.
Una vez iba un hombre en su automóvil por una larga y muy solitaria carretera cuando de pronto, su auto comenzó a detenerse hasta quedar estático.
El hombre bajó, lo revisó, trató de averiguar que era lo que tenía, pensaba que pronto podría encontrar que era lo que tenía el auto pues hacía muchos años que lo conducía.
Sin embargo después de mucho rato se dio cuenta de que no encontraba el daño del motor, en ese momento apareció otro auto, del cual bajó un hombre a ofrecerle ayuda.
El dueño dijo: Mira, este es mi auto de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano, no creo que tu sin ser mecánico puedas hacer algo.
El hombre insistió con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el dueño dijo: Bueno, haz el intento pero no creo que puedas pues este es mi auto.
El hombre hechó manos a la obra y en pocos minutos encontró el daño y lo pudo arrancar, el dueño quedó atónito y preguntó: ¿Como pudiste arreglar el auto sin ser mecánico y es mi auto?
El hombre contestó: Verás, mi nombre es Felix Wankel, yo inventé el motor rotatorio que usa tu auto.
Cuantas veces le decimos a Dios: esta es mi vida, este es mi destino, esta es mi casa, al enfrentarnos a los problemas y a los días difíciles creemos que nadie nos podrá ayudar pues es mi vida.
Solo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes tirado en la carretera de la vida.
Hebreos 13:6 De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me hará el hombre...
Belkys
Deja que Dios tome el control de tu vida, has lo que puedas hacer y deja que Dios haga lo que tú no puedes hacer.
Una vez iba un hombre en su automóvil por una larga y muy solitaria carretera cuando de pronto, su auto comenzó a detenerse hasta quedar estático.
El hombre bajó, lo revisó, trató de averiguar que era lo que tenía, pensaba que pronto podría encontrar que era lo que tenía el auto pues hacía muchos años que lo conducía.
Sin embargo después de mucho rato se dio cuenta de que no encontraba el daño del motor, en ese momento apareció otro auto, del cual bajó un hombre a ofrecerle ayuda.
El dueño dijo: Mira, este es mi auto de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano, no creo que tu sin ser mecánico puedas hacer algo.
El hombre insistió con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el dueño dijo: Bueno, haz el intento pero no creo que puedas pues este es mi auto.
El hombre hechó manos a la obra y en pocos minutos encontró el daño y lo pudo arrancar, el dueño quedó atónito y preguntó: ¿Como pudiste arreglar el auto sin ser mecánico y es mi auto?
El hombre contestó: Verás, mi nombre es Felix Wankel, yo inventé el motor rotatorio que usa tu auto.
Cuantas veces le decimos a Dios: esta es mi vida, este es mi destino, esta es mi casa, al enfrentarnos a los problemas y a los días difíciles creemos que nadie nos podrá ayudar pues es mi vida.
Solo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes tirado en la carretera de la vida.
Hebreos 13:6 De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me hará el hombre...
Belkys
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