Lo que quieres no es siempre lo que necesitas...

El niño de 12 años esperaba ansioso abrir los regalos de cumpleaños, deseaba una bicicleta nueva, pero sus esperanzas se hicieron trizas; recibió un diccionario.

En la primera pagina decía: Para Carlos de Mamá y Papá, 1958 con amor y expectativa para tu mejor desempeño en la escuela.

A Carlos le fue bien en la escuela, se graduó de la universidad y se capacitó para ser aviador, se convirtió en piloto de una misión extrajera, cumpliendo así su pasión de ayudar a los necesitados.

Ahora, 60 años después de recibir aquel regalo, les muestra a sus nietos el desgastado y atesorado diccionario; un símbolo de la amorosa inversión de sus padres en él.

Deuteronomio 11 habla de la importancia de aprovechar toda oportunidad de compartir la escritura con nuestros hijos.

Los valores eternos plantados en Carlos de niño produjeron una vida de servicio, quién sabe cuánto crecimiento espiritual producirá nuestra inversión en la vida de una persona...
Belkys


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